Emil Clément, conocido en Auschwitz como El Relojero, pasa desapercibido hasta que los nazis descubren que sabe jugar al ajedrez e instauran un torneo para subir la moral de los oficiales. Pronto corre la voz de que Emil es imbatible pero cuando llega a la partida final, los nazis no van a permitir que un judío les plante cara… Años más tarde, en 1962, Emil, es un jugador de ajedrez profesional, y se encuentra en Ámsterdam donde deberá volver a enfrentarse a un exoficial de las SS, rememorando todo lo que sucedió años atrás.